miércoles, 10 de septiembre de 2008

Nos conocimos el día 16 de noviembre del 2003, quién iba a decir aquel día que ibamos a acabar en el Altar.
El caso es que tomamos la decisión y el 16 de agosto del 2008, por fin llegó el día, ¡Se acabaron los preparativos, después de un año de locura! En fin, que después de tanto ajetreo, ahí estábamos guapetes y sonrientes.

Hay que aclarar que todas las fotos que expongo en éste blog, son recopiladas de las cámaras de los invitados, las del fotógrafo aún no las tengo, así que no esperéis que sean perfectas.

La primera incidencia, el novio llegó 25 minutos tarde... No, no es que me lo estuviera pensando si no que el coche que tenía que recogerme se retrasó. Así estarían los invitados, "marujas y metefuegos", murmurando de todo, yo naturalmente no estaba pero no me cuesta imaginarlo.

Fue en la Ermita de Ntra. Sra. de Sonsoles. No, la foto no la hice yo.


Yo con mi madre (la madrina). Lo que no se vé, es que la cremallera se abría sola y tuve que abrocharme la chaqueta al salir del coche (creo que nadie lo notó).



La siguiente en llegar, la novia (más guapa que un ángel) con su padre, el padrino.




Aquí se ve esa parte del traje que nunca entenderé, la cola, yo soy de la opinión de que el que no se puede olvidar la cola, el día de la boda, es el novio...



Las "niñas de arras", mi sobrinita y la hija de una amiga de la novia. (Esta foto es de la salida, pero se les ve mejor).





Los Padrinos posando y los invitados aguantando...






En el Altar. ¿Quién me lo iba a decir? Visto así en frío, acojona un poco ¿No? Je, je, je.


Momento beso...



Salida de la Ermita. El confeti quedaba hasta bonito pero alguno se quedó a gusto tirando arroz. Creo que aún tengo algún grano en el ombligo.





Tras la salida de la Ermita y las felicitaciones de rigor, se hizo un acto que pasó de forma desapercibida para la gran mayoría de los invitados, creo que ni siquiera se enteró la novia... A petición anticipada de mi hermano, y estando de testigo un amigo de Utrera (Sevilla), aquí os muestro el momento en el que yo, ya casado, lego mi "chorbo-agenda" al único de los cuatro hermanos que queda soltero.


Luego nos fuimos a dar una vueltita por Ávila para hacernos algunas fotos mientras no dejaban de gritarnos eso de: ¡Viva los novios!







Parecía que no llegaba, pero sí, ya tocaba banquete, ¡a beber y comer! Eso sí, primero el brindis.


La mesa principal.






Los padres de ella.



Padres de él (mi madre, mi padre y su mujer).







Los hermanos de él, faltó uno que no pudo venir, lo echamos mucho de menos...



Así eran las mesas de los invitados.


Los platos principales, mero y cochinillo (también había entrecot en lugar de cochinillo).

Aquí pondré una foto de la carta del menú.


X


Le tenía reservada una sorpresita a la novia, le había escrito una poesía (hacer click) y se la leí. Si llegó a saber que se me iba a echar a llorar la novia, y parte de las invitadas, no la leo.

Cortando la tarta con la espada. Era regalo del restaurante, la verdad, un detalle.



El ambiente se fue calentando y terminaron quitándome los calzoncillos, los muy jodios me los quitaron de verdad y yo con la cremallera que se me seguía bajando cuando le daba la gana, ya os podéis imaginar... Tuve que solucionarlo sacándome la camisa por fuera.




La novia tampoco se salvó, su liga también se la cortaron



El puro que no falte, yo no fumo pero la ocasión lo requería.


Debajo del Restaurante, estaba la Disco que también teníamos reservada con barra libre, así que una vez que ya teníamos la tripa, tocaba bailar para bajar la comida.
El baile nos lo preparó una amiga que es profesora de baile, ¡bah! lo justo para no pisarnos y un par de vueltecitas para alardear y que siga la fiesta.





El caso es que tuvimos que dejar la disco y aún había ganas de marcha, así que nos fuimos a un pub que estaba cerca, para seguir con el cachondeo y de paso tomabamos un poco el aire por el camino, esta es la foto de los que aún quedábamos en pie.

El último chupito antes de despedirse.
Atril

A ti que templas mis sentidos,
atril de todos mis poemas
que llenas mis versos de sentido,
a ti , que hierves mis sueños.

A ti, que si te pierdo me muero
de ganas de encontrarte en vela,
dulce escena si me despierto,
clara esencia de tu tacto de seda,
a ti, oasis de mi desierto.
Te entrego el tiempo que me resta,
mis días, mis noches, mi alma,
a ti, no te cambio por nada,
a ti mi amor, te debo mi alegría.
Te doy gracias por tus besos,
por los dados y los prometidos,
por los años que hemos vivido
y los siglos que nos quedan.
A ti, que te prometo mi vida,
que no te imagino si no es a mi vera,
a ti cariño, a ti Lorena,
te quiero, hasta que me muera.